La situación del Jopara en Corrientes
lenguas originarias
La situación del Jopara en Corrientes
Esta mezcla definida jopara es una expresión del
guaraní en Corrientes. Por varios siglos no se enseñó el idioma y por eso las
personas hablan lo que escucharon en conversaciones coloquiales o les enseñaron
sus familiares, amigos, conocidos.
El guaraní es una esencia
del correntino. Está en lo más íntimo de su ser. Por eso se lo siguió, sigue y
seguirá usando en todos los estratos sociales. Esa es la razón por la que las
calles, algunos locales comerciales, animales y plantas llevan sus nombres en
guaraní. En Corrientes actualmente se habla este idioma, no en su modo más puro
(guaraniete: que es guaraní sin español), quizás por la falta de formación,
pero si, de una forma nueva llamada “jopara”.
El “jopara” es quien hace
presente a la lengua guaraní en Corrientes. Gracias a él entendemos algunas
palabras pero no hablamos. En las conversaciones coloquiales de todo tipo se
suelen usar términos en guaraní y eso ayuda a conocer palabras y tener una idea
de lo que significan. De esta manera, el guaraní no fue eliminado del todo en
Corrientes ya que así lo quisieron hacer por mucho tiempo. En esta entrevista
podrás escuchar términos comunes en las diferentes conversaciones coloquiales
que se dan en cualquier estrato social: https://www.youtube.com/watch?v=3sbuZRZsWd8&t=9s
Paraguay es el país que más
conservó la lengua materna. Si bien el idioma es el mismo, ya que se desprende
del tronco llamado Tupí Guaraní, en Paraguay se usan otros términos. Por
ejemplo, aquí decimos “kuaha” para describir al aprendizaje, conocimiento o
sabiduría y allá dicen “kua’a”. Pero eso no hace que sean dos idiomas distintos
sino que en cada lugar se utilizan términos regionales que hacen al guaraní
argentino correntino único por sus artículos de género a diferencia de los
otros sitios en donde se habla el idioma. Esto lo expresó el investigador
estadounidense Justin Pinta https://brill.com/view/journals/jlc/14/3/article-p609_004.xml.
Una de los puntos en
comunes que tienen las personas entrevistadas (en la sección "hablemos del
avañe'e" del canal de Youtube Bienaventuradios) es que todas tuvieron en
sus hogares los primeros contactos con el idioma guaraní. Otra característica
que asemeja a estos profesores de la lengua es que también aprendieron a hablar
desde pequeños el español y por eso, en algunos casos lo mezclaban, hablando
así el “jopara”.
Para algunos
“puristas” el jopara no
es más que un cúmulo contaminante de prestaciones, y cuyo volumen varía en
función de la zona geográfica del hablante. El jopara en sí, es una mezcla. Este
término es utilizado para una denominar a una sopa o guiso a base de carne
seca, maíz y frijoles, entre otras cosas, y que se vuelve una “mezcla” muy
particular. Por eso es que se llamó así al dialecto, trasladándolo a la esfera
lingüística en forma de metáfora para expresar que es una “mezcla” pero ahora
entre dos idiomas donde los elementos no se confunden y cada uno conserva su
color y su identidad, al igual que en el guiso.
Para hablar del idioma, es la mezcla entre el español y guaraní que se
ha desarrollado en Corrientes durante varios siglos. Este es un caso
lingüístico único, en el sentido de que es el resultado de dos lenguas que se
hacen prestaciones mutuas, pero manteniendo sus propias estructuras. En este
sentido el jopara es un dialecto criollo que sintetiza, en tres
sonidos, un fenómeno lingüístico muy complejo.
Por la poca importancia que
le dio el sistema educativo correntino a este idioma, las escuelas no han
enseñado la lengua materna de los correntinos durante los siglos pasados. A
pesar de eso, el jopara también es la forma en de usar palabras de ese idioma,
que tienen algunos correntinos que no aprendieron el guaraníete.
El
alemán Guido Kallfell escribió un libro llamado: "¿Cómo hablan los
paraguayos en dos lenguas?" y se basa en describir esta mezcla del español
y Guaraní. Por sus investigaciones podemos ver que el jopara no sólo se da en
Corrientes sino también en el vecino país del Paraguay. En su escrito trató de
defender al jopara afirmando que es en realidad, según sus investigaciones,
"el idioma que habla el 87% de los paraguayos". Este autor
también expresa en su libro que en los últimos 500 años hubo una auto
alimentación mutua que él llama “interestrato o relación lingüística
permanente”, que dio como resultado al “jopara”.
Al
igual que en Corrientes, el guaraní y el Castellano son las lenguas oficiales
de Paraguay. A demás se habla también en diferentes partes de Bolivia y Brasil.
Este es un tema de orgullo nacional para el Paraguay ya que es el lugar de
mayor conservorio del idioma y donde fue oficializado por ley desde el siglo
pasado. Hay sloganes en ese país que dicen: “guaraní es Paraguay”.
A
pesar de que el guaraní nunca dejó de hablarse en Corrientes,en esta provincia
no hay tantos guaraní hablantes como en cualquier provincia del Paraguay. Es
que, en Corrientes, por no enseñar el idioma desde la educación primaria, hay
desconocimiento y hasta, a veces, se lo menoscaba o subvalora. No obstante
ello, en la nomenclatura mundial el guaraní está en tercer lugar, después del
latín o el griego, para describir los nombres de plantas, reptiles o animales.
Otro dato peculiar es que el primer catecismo católico en guaraní fue escrito
entre otros por el Frai Luis de Bolaños, quien vivió mucho tiempo en Itati,
localidad correntina en la que se asentaban tribus guaraníes .
Por los siglos de
contacto entre el español y el guaraní, el préstamo entre estos dos idiomas es
uno de los elementos centrales en la problemática de cualquier diseño de
estandarización de esta lengua. Los criterios hispánicos son claves en la
confección de los diccionarios, catecismos y gramáticas del guaraní, ya que
quienes los escribieron hablaban español. El fallecido Bartomeu Meliá, uno de
los teóricos más eruditos de la cuestión “guaraní”, refiere que ya en el siglo
XVIII existía una distinción entre el guaraní de quienes estaban por fuera de
las reducciones jesuíticas y el guaraní de los jesuitas.
Las ideologías
puristas sobre el guaraní no aceptan el hispanismo como parte de la lengua
vernácula y promueven, en consecuencia, el neologismo a partir de morfemas
autóctonos. Al contrario de esto, la postura más heterodoxa admite los
préstamos y hasta, en algunos casos los celebra.
El estudioso
Hedy Penner, en su libro Guaraní aquí. Jopara
allá (Berna, Peter Lang, 2014), dedicó un capítulo a la
problemática de las definiciones en jopara para afirmar que “en el fervor de
catalogar lo que el hablante llama jopara y lo que
los gramáticos han contribuido en hacer existir, las imprecisiones terminológicas
son tan frecuentes como reiterativas.” (p. 146). Por ejemplo, algunos autores
optan por la utilización del término “yopará” y no jopara como se escribe en
guaraní y de este modo hispanizan la denominación para designar el uso de los
hablantes bilingües, para el hablar mezclando.
Como también
dice H. Penner (2014), hay un espectro que flota sobre las ideas lingüísticas,
las políticas lingüísticas y los estudios lingüísticos: ese fantasma se
denomina “jopara”. Porque es el que no viene a confirmar regularidades, sino a
ponerlas en cuestión, a llenarlas de espanto. Sea lo que sea, eso llamado “jopara” es lo que usa un gran
porcentaje de los correntinos para hablar el guaraní.
Afiches en jopara.
Créditos: Bienaventuradios (autogestión)
Oración con palabras en guaraní y español
Créditos: Bienaventuradios (autogestión)
Reclamos por los humedales y pastisales en jopara
Créditos: Bienaventuradios (autogestión)
Nombre de un chamamé en jopara
Créditos: Bienaventuradios (autogestión)
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